lunes, 8 de junio de 2009

LA VERDAD DEL TRABAJO DE LOS NIÑOS EN BANGLADESH


Rohima de 12 años, trabajando en una fábrica de ladrillos en Fatullah cerca de Dhaka, los niños de Gaibandha trabajan en la fábrica de ladrillos hasta junio, cuando el periodo del Monzón comienza y regresan a trabajar a los campos de su ciudad natal.




La fábrica de piel es otra industria intensiva que emplea muchos niños con la edades entre 10 y 15 años, para fabricar zapatos, que ahora encuentran un mercado creciente en Europa y Estados Unidos. Los niños trabajan en las plantas con pegamento. Trabajan en cuartos mal iluminados y sufren problemas de respiración, enfermedades del pulmón e infecciones de la piel debido al contacto continuo de la piel con vapores y debido a la respiración del adhesivo industrial.




Sima, una chica trabajadora sexual de 15 años esperando a sus clientes en un burdel de Tangail, como otros tres mil empleados sexuales trabaja en este barrio rojo.



Los niños de Gaibandha trabajan en la fábrica de ladrillos hasta junio, cuando comienza el periodo del Monzón y vuelven a trabajar a los campos en su ciudad natal.



Un niño trabaja en una fábrica de tabaco en el distrito de Tangail. Estos cigarrillos finos y fuertes hechos de tabaco barato se llaman “beedis”. El olor que se produce en el picado del tabaco en las fábricas lo hace difícil de respirar.



El 17.5 % de los niños y niñas de entre 5 y 15 años, están realizan actividades económicas. Muchos de estos niños llevan a cabo ocupaciones peligrosas en fábricas industriales.




Fábrica de ladrillos en Fatullah cerca de Dhaka. Los niños de Gaibandha trabajan en la fábrica de ladrillos hasta junio cuando el tiempo del Monzón comienza y vuelven a trabajar en los campos de su ciudad natal. Por cada mil ladrillos que los niños llevan ganan 90 céntimos de dólar.




Niños recogiendo bombonas de gas de un barco en la capital.




Dos niñas trabajadoras sexuales esperando a su cliente en el burdel Tangail.


Un niño de siete años trabajando en una fábrica de bombillas.
Su trabajo consiste en probar las bombillas enchufándolas a un cable eléctrico sin ninguna protección. Tiene que hacerlo deprisa y un pequeño error podría costarle la vida.




Samim trabajando en una fábrica de utensilios de cocina. Su padre trabaja en la misma fábrica pero gasta todo el dinero que gana en el juego. Un día, Razu quiere ser el director de la fábrica.




Los niños están obligados a trabajar muchas horas con descanso inadecuado o ninguno.
Además, están pagados con sueldos mínimos y no tienen seguridad de trabajo. Mucha gente prefiere emplear niños jóvenes para obtener servicios máximos y pagar sueldos mínimos.




Shaifur, de 10 años, está trabajando en una fábrica de cerraduras en Old Dhaka.
Al contrario que sus colegas, él no tiene una mascarilla.




El dueño pegando a un niño de 12 años porque fue demasiado lento cosiendo camisetas.
La industria textil es uno de los sectores más grandes de la economía Bengalí en la que muchos niños están explotados.